Wednesday, December 15, 2010

COMUNIDADES



COMUNIDADES
 
 
Sesión de psicointegración: 01/Feb/2007
De Jorge Raul Olguín


Sobre las comunidades
Hay muchos temas para tratar. En la década del 60, del siglo XX, había… Hay en este presente ¿no? Había en Nueva York muchas comunidades, hebreas, chinas, africanas, italianas, etc. Hasta qué punto la altiveza de una persona preponderante, que domina la situación… Una persona que estaba en las altas esferas pidiéndole un favor a un italiano bajo la amenaza de llevarlo de vuelta a su país. El italiano contrarresta el diálogo diciéndole: “Yo he hecho mucho bien en América. Por otro lado, por una cuestión de respeto, tú tendrías que respetarnos, porque todos nosotros tenemos algo que no he notado en otros. Los negros tienen su comunidad, los chinos tienen su comunidad, nosotros los italianos, tenemos nuestra comunidad. Nos ayudamos y podemos ayudar a otros, pero somos familia. ¿Vosotros que tenéis?”. Y el americano le responde: “¡! ¡Nosotros tenemos América! Y ustedes están aquí de paso, así de simple”. Con eso terminó la discusión. Terminó el debate porque él ejerció el poder. Capaz que no tiene nada que ver con lo que viene a continuación, ¿no?
Yo respeto mucho las comunidades. Otros que han escuchado diálogos míos anteriores dirán, “¿pero cómo? ¿No es que el espíritu es individual y que a la vez es hermanado como espíritu? Y que el espíritu no tiene credo, raza, religión o cuenta bancaria… ¿Cómo es que ahora apoyan las comunidades?”. No apoyo la comunidad por la comunidad en si. Tampoco apoyo todo tipo de comunidades. Me interesa que se sientan familia y me interesa lo que dijo ese italiano. Nosotros somos fuertes en comunidad porque somos una gran familia que nos apuntalamos el uno al otro. A su vez, una vez que nosotros estamos fuertes, espiritualmente, económicamente, ayudamos a otros. Hay otros mundos, que para vosotros serán mundos imaginarios, aquellos que no creéis en otros mundos, donde la comunión es el planeta entero. Se apoyan entre todos y compiten para ver quien brinda más. No como en este mundo donde compiten por ver quien quita más al otro. Entonces no está mal apoyar una comunidad, no está mal el sentirse empático con ese tipo de comunidades. Obviamente que lo ideal sería que hubiera una comunidad mundial, pero falta tanto para eso… No tanto por diferencias políticas, a pesar de que las hay, sino por diferencias religiosas. Diferencias de conceptos. Sabemos que en algunos países de oriente, lamentablemente, llevan la religión a un extremo tal que contradice a la enseñanza de sus maestros, haciendo una guerra de su religión. Los casos menos graves son las famosas fiestas de algunos sectores religiosos de determinados países donde he visto fotos de niños pequeños flagelándose. Los casos más graves, aquellos niños que son entrenados para auto-eliminarse, tomados como sujetos valiosos si en esa eliminación a su vez se llevan consigo, al mundo espiritual, a decenas de otras personas de otros credos.
Obviamente que nunca va a haber una comunidad general, mientras existan pequeños grupos extremistas tan poco comprensivos con lo que es la verdadera espiritualidad. Grupos que en lugar de tender la mano, mutilan la mano del otro. Grupos que toman como normal las vejaciones a otros grupos. Grupos que toman como normal el invalidar. Incluso en los países que vosotros conocéis entre comillas como civilizados, sucede exactamente lo mismo pero con maneras más sutiles. También se invalida, también ascienden a las esferas del poder gente que no tiene ninguna preparación… ¡Pero no me mal entendáis! Acá no estamos hablando de discriminar al que no tiene preparación. Si vosotros tuvierais un pequeñuelo querríais que tuviera una maestra bien preparada para que le enseñe y no un adolescente que apenas tiene un par de cursos más que el pequeñuelo, porque no le enseñaría nada. Entonces en esas esferas del poder, palabra que no me agrada, entiendo que tendría que haber gente preparada, no solamente culturalmente, sino también espiritualmente. Porque alguien que está dirigiendo un país, una ciudad, un centro corporativo, lo menos que tiene que tener es una preparación de conciencia primero. Lo veo más importante que una preparación cultural. Pero si de repente por abuso de poder o por arreglos, ponen en el poder a personajes siniestros que lo único que buscan es su propio beneficio, obviamente que cada vez la idea de una comunidad general está más lejos. Esta lejana porque hay muchos intereses creados para que esas comunidades no se formen. Por eso di el ejemplo al comienzo de este pequeño diálogo, de ese agente de Inteligencia americano que trataba de someter, de alguna manera, al italiano que había creado una pequeña comunidad. “¡Nosotros tenemos una comunidad! ¿Vosotros que tenéis?” “¡Jajajá! ¡Tenemos América!”.
Yo creo que el patriota no es el que ama a su país, yo creo que el patriota es el que ama a las personas que viven en el país también. Y habló de patriotismo en el sentido transitorio, porque la patria nuestra tendría que ser el planeta Tierra, Sol III, como le quieran llamar, Gaia, Gea… Esa es nuestra patria. Ayer encontré un hipotético hermoso, un mundo sin fronteras, sin religiones, donde el camino espiritual sea uno, sin dogmas, sin doctrinas. Eso es lo que se está planteando en este momento. Mientras esto no suceda, este famoso cambio de conciencia, anunciado desde dos décadas atrás, no se va a producir. Va a haber pequeños grupos aislados, que van a pregonar ese cambio de conciencia y nada más. Soy optimista, pero soy realista.
En Misiones, una provincia de Argentina, estuve leyendo en el diario Clarín de Argentina, que están permitiendo por intereses creados, la caza ilegítima. ¡Toda la caza tendría que ser ilegítima! Y en este momento hay en una provincia Argentina, simplemente 50 jaguaretes (jaguares). ¡50! ¡Nada! Como decía momentos atrás, va a llegar un momento en que el jaguarete (jaguar) va a ser un objeto de museo y da una pena tremenda.
Reitero lo que dije antes. El espíritu no tiene comunidades. En los planos elevados los espíritus están todos mancomunados, con un pensamiento único que es el servicio y el amor. Pero no esta mal que se empiece de a poco. Que esas comunidades no se trasformen en estructuras egoístas, en estructuras que piensen únicamente en alimentarse a si mismas, sino que piensen en el otro. Así como un ser humano trasciende pensando en el otro, que esa comunidad trascienda pensando en otra comunidad. Y así una tras otra. Y que se forme efecto dominó a favor. ¡Amor, amor y amor! Que se vaya derrumbando el separatismo. ¡Basta de separatismo! ¡Basta de indiferencia! ¡Basta de peros! Porque el pero muchas veces invalida. Cuando yo de repente digo, “Tengo contigo una cita a las 17 horas, pero quizás llegue tarde porque se retrase el autobús”, estoy dando una explicación del por qué puedo retrasarme unos minutos. Pero hay muchos PEROS egoicos que invalidan. Evitemos el pero. Evitemos el intentar ser dueños de la verdad. Evitemos, en lo posible, desde el fondo de nuestro corazón, el tratar de sobresalir invalidando a los demás. Me parece perfecto que cada día intentemos crear, pero una vez dije hace 13 años, no podemos construir un castillo de oro con cimientos de barro. No podemos ser felices a costa de la infelicidad de otros. Yo no podría. ¿Vosotros si?