
| 
CRISIS Sesión de Psicointegración 11/Sept/2007 
De Jorge Raul Olguín.  
Habló de los cambios o  circunstancias importantes que se producen, las dificultades habituales, la  forma de encararlos con más optimismo, la importancia de hacer  proyectos.  
Nosotros como seres humanos muchas  veces cometemos el error, me incluyo, de darle valor a cosas intrascendentes, y  a las cosas transcendentes a veces las dejamos pasar de costado. Somos seres  falibles, no siempre tomamos las decisiones acertadas, pero lo importante es las  inquietudes honestas que podemos tener para con nosotros y para con la gente que  nos rodea. 
A veces nos asaltan temores, temores  de distintas índoles, temores en la parte física, temores en los cambios  laborales, temores en decisiones a tomar en lo económico. Y no está mal, no está  mal en este sentido, en el sentido de que si bien tenemos un libro de cabecera  mental que nos dice no a los apegos, no al estar pendiente de lo que nos rodea,  pero es muy difícil estar en el plano físico y no sentir apego por las cosas.  Nos encariñamos con una casa, nos encariñamos con un entorno, nos encariñamos  con un modo de vida, con un trabajo, con la gente que nos rodea. ¿Nos  encariñamos o nos acostumbramos? A veces a un trabajo, a un modo de vida.  Cualquiera de las dos respuestas indica de alguna manera apego. Entonces cuando  es inminente un cambio en la índole que fuera, puede ser un cambio a nivel  físico, una intervención, cambios en lo laboral, cambios en lo personal,  mudanzas… siempre vamos a tener determinada ansiedad y no nos persigamos  diciendo que todo son roles del ego. 
Entiendo que todo ser humano, por más  integrado que sea, siempre le asaltan las dudas, siempre le asaltan algunos  temores, siempre le asaltan ansiedades que obviamente alteran el propio estado  psicofísico y es normal. Cuando digo es normal no significa como que avalo todo,  porque sé que hay personas y personas. Hay personas que ante un cambio inminente  son frías como un témpano, hay otras personas que son totalmente motivadas en  cuanto a un estado de ansiedad. 
Lo importante es mentalizarse. Acá no  se trata de imponer, acá se trata de razonar. Lo importante es mentalizarse  empapándonos en optimismo, para todos, para todos los cambios. No puedo ser  hipócrita y decir: “un cambio no me va a afectar”, porque afecta a todo, hasta  una simple mudanza afecta, siempre afecta. Afecta el estrés de llevar las cosas,  afecta el estrés de los cambios, un rompimiento afectivo, en lo laboral, en lo  personal, todo afecta. Y aquella persona que no le afecta es porque no es de  este mundo. Podrá ser por apego, podrá ser por acostumbramiento, pero  afecta. 
Si nos empapamos en optimismo, no  imponiéndonos el optimismo sino razonándolo, nos sentimos con ímpetu, deseo, más  voluntad, más decisión. Seguramente haremos más llevadera la transmutación,  haremos más llevadero ese cambio, haremos más llevadero todo lo que vayamos a  enfrentar. 
No se trata de confrontar dándonos  golpes contra la pared. Se trata de confrontar con razonamiento, con ánimo, con  optimismo, y nosotros mismos cambiamos corporalmente nuestra energía y hace que  de alguna manera estemos más fuertes moral, espiritual, psicológica y  físicamente para enfrentar circunstancias que de otra manera podrían ser más  obstaculizantes si se permite la  palabra. 
Siempre cuando tenemos ansiedad por  algo tenemos como una especie de cosquilleo en el chakra del plexo solar, que a veces puede hacer hasta que  nuestro estomago se cierre o se abra en demasía, y cuando hay un cambio  inminente o tenemos que enfrentar algo, siempre por más optimismo que pongamos  es muy difícil borrar esa sensación. Entonces aquí lo lindo, lo bueno, es  proyectar. 
Parece que cambiara de tema pero hay  un método, no creado por mí, pero de alguna manera reinventado por mí, que se  llama “foco más allá del foco”. Traducido al español significa que en la técnica  japonesa llamada Karate, cuando se avanza a golpear una madera, siempre tenemos  que hacer un foco mental visualizando la madera 10 o 15cm. más atrás, más allá  de lo que está la madera en realidad. Entonces cuando nosotros apuntamos con el  puño para romper la madera, no apuntamos a la madera, hacemos un foco 20cm más  atrás y mentalmente, energéticamente vamos a desarrollar más potencia en el puño  porque la madera real no existe para nuestra mente. La que existe es la madera  que esta más atrás, la que en realidad no existe.  Entonces esta madera, obviamente estando preparados, no lo va a hacer cualquiera  porque se va a romper la mano, esta madera va a ser traspasada como si no  existiera. Eso es hacer foco más allá del foco.  
Si bien los grandes senseis, que significan maestros en japonés, lo han  desarrollado, desde hace muchas décadas la he perfeccionado esa  técnica. 
Bueno, esa misma técnica la traslado a  circunstancias. Tengo una circunstancia determinada para X día, yo hago foco 10  o 20 días más allá y proyecto 10 o 20 días más allá: qué voy a estar haciendo  tal fecha, cómo voy a estar disfrutando tal día. Entonces esa madera, esa  circunstancia de ese día determinado donde yo voy a sufrir una intervención, voy  a firmar una separación, voy a acceder a un nuevo contrato de trabajo, voy a  tener una charla definitiva con X persona o voy a hacer un cambio de local, esa  fecha va a ser una fecha ilusoria porque yo ya voy a estar pensando más allá,  como el foco más allá del foco. Y ese foco más allá del foco no va a borrar ese  día, pero lo va hacer más intranscendente. Entonces al hacerlo más  intrascendente no me va a molestar tanto en mi estomago, porque mi mente va a estar con su foco en los 20  días más adelante, como la madera que no existe. | 
 
