CIRCUNSTANCIAS Y ROL DE VÍCTIMA
Sesión de Psicointegración: 04/Jul/2010
De Jorge Raul Olguín.
Habló sobre el rol de víctima consciente e inconsciente y su mayor o menor voluntad de manipulación, y sobre nuestra capacidad de afrontar las circunstancias negativas y la actitud ante ellas.
Muchas veces ejercemos distintos roles pues es el ego interpreta como que es una barrera ante agresiones externas, lógicamente como el ego es un protagonista, no entiende que ese mismo protagonismo crea más antagonismo desde el otro lado. Uno de los roles más difundidos es el rol de víctima, el rol de víctima es manipulador en todos los casos, sucede que hay dos tipos de manipulación: La conciente y la inconsciente, el rol de manipulación conciente es el más peligroso, obviamente, no peligroso para la persona que ejerce el rol sino para los demás. Muchas veces he dicho que en una relación de pareja, una de las partes, cuando el otro llega tarde dice:
-¡Oh! Mira la hora a que has venido, si a mí me pasaba algo a ti te iba a remorder la conciencia, tu hubieras sido el culpable.
Para que la otra persona se replantee su conducta, que seguramente no hizo nada, pero de todas maneras se replantee su conducta y diga:
-¡Oh! Verdaderamente la otra persona no se merece esto, porque no llegué antes
Y tal vez no llegó antes o porque tenía una reunión o porque no había terminado su trabajo, pero claro la otra persona aprovecha para manipular.
No sucede solamente con las relaciones de pareja, sucede también con las personas mayores, las personas mayores manipulan mucho a sus hijos o a quienes tienen a su alrededor, si bien hay muchas personas que sufren trastornos o determinadas enfermedades, muchas veces los roles de víctima potencian a las enfermedades, en forma de placebo o en forma real; en forma de placebo –hablo de los hipocondriacos – que de alguna manera “se enferman más de lo que es” para poder manipular más y mejor. Y hay unas personas que directamente su propio ego les hace hacer un rol de víctima tan exacerbado que realmente potencian su mal, realmente lo potencian.
He visto personas mayores que llegan a tener temblores de manos, de pies, de cuerpo para ser más atendidas y llegan a desvanecerse, lo que en psicología se llama (los desmayos histéricos) que son provocados, sí son provocados y eso lo puedo debatir con cualquier profesional de la salud. Generalmente la persona que hace rol de víctima se apoya tanto en su papel, que luego no puede vivir sin él, porque se acostumbró tanto a manipular a los demás que no encuentra otra manera para llamar la atención. Generalmente son personas que tienen baja estima y entienden que la única manera de hacerse notar es llamando la atención mediante roles de víctima.
Y después está el otro caso, el rol de víctima inconsciente. La persona que no manipula, la persona que trata de salir adelante, pero se siente perseguida por las circunstancias, entonces de alguna manera manifiesta un rol de víctima inconsciente. El rol de víctima inconsciente es más fácil de revertir, porque el hecho de que la persona no lo haga ex profeso, la persona con su mente analítica va a razonar que eso es perjudicial para sí misma. Ahora voy a hacer un diálogo inexistente entre las partes (entre el terapeuta y la supuesta persona que ejerce el rol de víctima inconsciente)
-¡Ah, Pero claro, para usted es sencillo! Porque usted no está pasando por mi problema, tengo problemas en mi trabajo, tengo problemas con mi pareja, tengo problemas en lo personal
-Okay, está bien, lo acepto, lo entiendo y lo reconozco, pero también entiendo que sentirse víctima de las circunstancias no va a ayudar a solucionar el problema. Acá no estoy diciendo de hacer la vista gorda a los problemas y no confrontarlos, no estoy diciendo eso, estoy diciendo de buscar analíticamente la mejor manera posible para mejorar la situación; hay cosas que podemos cambiar, hay cosas que no podemos cambiar. Las que no podemos cambiar, no se trata de resignarlas y decir “bueno, si no las podemos cambiar, para que nos vamos a preocupar. No, no, no, siempre nos tenemos que ocupar y buscar hasta la última instancia para modificar determinada situación, pero no sirve de nada transformarnos en un paño de lágrimas, porque no solamente eso nos obnubilaría, sino que no quitaría la claridad como para poder intentar modificar determinada situación.
Seguramente nos pasa a todos, no creo que haya alguien que está exento de esto, seguramente nos pasa a todos que de alguna manera hubo circunstancia que nos perjudicaron a veces ex profeso, a veces hay terceras personas que han actuado en contra nuestra - levante la mano el que no lo ha sentido alguna vez así, yo no levanto la mano jeje– y … lo importante es saber que uno es importante y que tiene que agotar todas las instancias como para lograr revertir determinada situación y la que no se puede revertir como dije antes, tratar de paliarla lo mejor posible.
Sentirnos víctimas nos resta fuerzas, sentirnos víctimas nos quita energía, sentirnos víctimas ¡CUIDADO! Que nos puede acostumbrar a sentirnos cómodos en ese rol, cuidado con ello, porque podemos llegar a pensar: -Bueno más de esto no puedo hacer me cruzo de brazos. Y cruzarse de brazos no es absolutamente recomendable para nada. Siempre hay que actuar en consecuencia, siempre en todos los casos hay que actuar, se trata justamente de intentar modificar situaciones que sean incómodas, se trata de alcanzar las expectativas con las que soñamos, alcanzar las metas que proyectamos y nos va a pasar lo mismo que a todos en esta sociedad. Alcanzaremos un porcentaje de ellas no todas las metas, porque es imposible lograr todo de todo.
Lo importante es gozar el “mientras tanto”, el consultante me dirá:-Claro es sencillo, es como si usted tuviera un dolor de muelas y yo le dijera, “bueno hasta que vaya al dentista goce”. Como va a gozar con el inmenso dolor que tiene que se retuerce. Está bien, se supone que hay casos extremos donde la circunstancia es demasiado grave, donde los actos en contra son demasiado hostiles, y es lógico que no se puede gozar esa circunstancia, uno está atravesando por situaciones absolutamente dificultosas y es lógico que no se va a gozar el mientras tanto, hasta que la persona pueda salir adelante. Pero se trata de tomar las cosas –entre comillas- “fríamente” como si estuviéramos afuera de la escena y ver como desde arriba la situación, buscando la mejor manera de solucionarlo, en la índole que fuera: en lo laboral, en lo afectivo, en lo personal, pero nunca, NUNCA sentirnos perseguidos por las circunstancias, repito, en muchas ocasiones las circunstancias actúan en contra nuestra, a veces por causalidad y a veces directamente por terceros que son abiertamente hostiles, entonces hay que buscar la mejor herramienta para evitar esa circunstancia.
No siempre se logra en primera instancia, no siempre, pero lo importante es tratar. El rol de víctima es uno de los papeles más difíciles con los cuales debemos enfrentarnos, el rol de víctima consciente, de la persona que busca manipular, es muy difícil de revertir, porque la persona se siente cómoda en ese rol y busca manipular de la manera que sea, incluso hay personas que hostiles ellas y acrecientan su hostilidad mediante rol de víctima. Viven manipulando porque es su forma de ser manipular, pero yo me refiero al otro rol de víctima inconsciente, la persona que se siente presionada por esto, por aquello, por lo otro.
Creo que no se puede solucionar todo a la vez, es como si de repente una biblioteca se derrumbara y quisiéramos manotear todos los libros ¡es imposible! Tratemos de apilar de uno en uno, tratemos de ir paliando las circunstancias de una en una, no vamos a ser más fuertes sintiéndonos víctimas, al contrario, seguramente correremos el riesgo, seguramente, de que bajaremos la autoestima y con una estima debilitada las herramientas van a ser inferiores para tratar de modificar ese destino, que no está trazado, no por lo menos para nosotros. Sólo me resta decir manos a la obra.
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