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EGOS  CONTRADICTORIOS Sesión de Psicointegración: 28/Ago/2009 
De Jorge Raul Olguín.  
Asistió a una conferencia sobre  la Cábala, donde observó diversos comportamientos egoicos. Habló sobre la sabiduría, la importancia de los  proyectos, la capacidad de arriesgarse y la precaución ambos con equilibrio, la  falibilidad, el autoestima, y diversos tipos de roles.  
Vamos a tocar los roles del ego desde  los opuestos, los opuestos serían: A veces pensamos que no podemos dar más de  nosotros porque estamos limitados, A veces pensamos que por terceras personas  que nos ponen obstáculos en el camino no podemos avanzar. Más de una vez dije  que los “encargados” de orientar a esas personas tienen tantas falencias que a  veces admiro como pueden sacar a sus consultantes adelante, y no digo que no los  saquen, porque no se trata tampoco de generar mala vibración hacia nadie, esto  viene a colación porque fui a una charla, conferencia y debate del Rav Dr. Michael Laitman es  conocido mundialmente porque es el mayor estudioso del mundo de la Cabalah que el diccionario de la real academia española lo  esdrujulizó y lo llana Cábala, cuando en realidad es una palabra aguda, y la “H”  tiene función de “J” 
Este señor que integra el consejo  mundial de Sabios -textual ¿eh?- es una lumbrera, tiene un conocimiento  tremendo  y tuve el gusto de ir a la  conferencia, no pude dialogar con él mano a mano porque no habla español, y el  traductor en ese momento no se encontraba. Si le hice unas preguntas, porque en  uno de sus libros, él dice que: “si bien es válido el esfuerzo que cada ser  humano hace, al fin y al cabo todo queda en la voluntad del Creador”, y mi  pregunta fue -porque se trataba justamente de no de antagonizar sino de sacar  las dudas, entiendo que entre personas que verdaderamente están en el Sendero no  tienen que antagonizar sino justamente sacar las dudas y le pregunté- ¿Entonces  el esfuerzo del ser humano no es válido? Y me dio una serie de explicaciones que  lo resumo en el meollo donde dice que :al ser asistido  por el Creador, tenemos una mayor percepción, y al tener una mayor percepción,  el esfuerzo sería menor, obviamente quedé absolutamente satisfecho con esa  explicación porque en el libro no la decía como me la explicó en persona por  medio de su traductor. 
En la reunión había cerca de cien  personas, se hizo en la universidad del Salvador y como en la facultad de  psicología tenía poca capacidad, se hizo en el aula de la facultad de ciencias  económicas en la acera del frente, la mayoría por lo que percibí con mis ojos  con mi aura, eran personas eran personas preparadas o sea que estaban todas en  el tema, creo que más de la mitad tenía mucho más conocimiento que yo del tema  de la Cabalah que lo conozco muy por encima y no tengo  porque negarlo. 
Un señor con una voz muy grave pero de  mucho volumen que no precisaba el micrófono, de atrás de todo le hacía preguntas  sobre los Sefirot, blah,  blah. Como que de alguna manera invalidaba parte de la  conferencia del Rav. Laitman  cuando este le contesta a través de su traductor, no queda conforme y sigue  preguntando, cuando en realidad es una pregunta por persona, que el que fuera mi  profesor en el magister de psicoanálisis le dijo no, no es una por persona y el  hombre hizo caso omiso y siguió preguntando y parte del público dice: Lo vinimos  a escuchar al Rav, no a usted. O sea antagonizó con el  hombre que no buscaba preguntar, buscaba sobresalir, luego un grupo de pocas  personas que estudiaban por internet con el Rav Laitman, le hablaron de que había una diferencia entre Maimónides y Espinoza…y saltaron muchos y lo trataron de  orientar que Espinoza se había desviado del camino de la Cabalah original y el hombre muy egoicamente dijo: -Silencio estoy hablando yo. –el que le  preguntaba al Rav- me reí internamente porque digo  ¡Wow! 
Cuento dos de los quince casos, porque  en casi dos horas de conferencia hubo más de una hora de debate porque fue más  debate que preguntas, cada uno trataba de defender una postura en lugar de  aprender o tratar de aprender de esta persona conocida mundialmente y que tiene  muchos libros escritos en muchos idiomas, tiene título incluso hasta de todo lo  que es la nueva biónica, aplicada a la medicina y obviamente historiador,  estudió con un gran maestro - estamos hablando de los maestros místicos que ya  han desaparecido del plano físico- recibido en San Petersburgo, o sea es uno de  los maestros rusos quizá el maestro ruso más conocido en el mundo, y egoicamente varias de las personas que fueron a la charla,  conferencia debate buscaban no confrontar sino enfrentar y… me reía no  burlonamente sino penosamente de esa gente que luego se ufana de saber tal o  cual cosa, porque saber es conocimiento, que no está mal, pero el verdadero  saber es sabiduría. Y la sabiduría va mucho más allá del  conocimiento. 
La sabiduría no es una colección de  memorias, la sabiduría es como aplicar esas memorias en la vida actual, como  tratar de poder resolver de la manera más sencilla determinado problema y  en-ten-der que no todos los problemas pueden ser resueltos y entender también  que somos absolutamente falibles y no es cierto que a veces podemos aprender de  determinada experiencia, porque cuando tenía 26 años dije que el hombre es el  único animal – no os adelantéis- que tropieza cien veces en la misma piedra, no  iba a decir dos, cien veces en la misma piedra, no por torpe, no por ignorante,  sino que porque las circunstancias cambian, porque parece que tal proyecto va a  ser mejor y volvemos otra vez a tropezar. 
Obviamente cuanto más precavidos somos  menos posibilidades tenemos de caer, pero también la precaución debe ser con  equilibrio, pues de lo contrario, pecaríamos de precavidos al extremo de no  arriesgarnos en nada. Hay gente que dice: 
- Nunca he  perdido 
- ¿Cuantas veces te has  arriesgado? 
-¡Ah! No,  nunca. 
Obvio, si yo no juego no voy a perder,  pero tampoco voy a ganar. Lo que pasa es que muchos toman la palabra riesgo como  arrojarse al precipicio, y ahí también corren a un lado el equilibrio, somos  falibles, y he notado cursos en charlas en seminarios, tremendas luchas de ego,  así como en sitios virtuales de internet he notado también tremendas luchas de  ego, afán de figurar, afán de mostrarse cueste lo que cueste y ese mismo ego en  el común denominador hace que a veces tengamos la percepción de que no logramos  cosas, de que podríamos haber dado más, de que fracasamos, de que hay  vibraciones negativas en contra o que directamente no estamos capaces para  emprender tal sendero. 
Nunca debemos decir no estamos capaces  sin intentarlo aunque sea una vez, si nosotros nos desvalorizamos, no podemos  pretender que los otros nos valoren, si nosotros no nos respetamos, no podemos  pretender el respeto de los demás, si nosotros no nos amamos, no podemos  pretender el amor de los demás y hace muchos años dije y hace poco un amigo del  sur de Argentina me lo hizo recordar que hay un concepto equivocado en la  palabra egoísmo. Egoismo es querernos, sucede que la  gente lo confunde con egocentrismo, que significa todo gira alrededor nuestro,  todo gira en torno a nosotros Yo, Yo, Yo, eso se llama egocentrismo, no egoísmo,  porque si yo no me quiero a mi mismo, si yo no me acepto, ¿Cómo voy a pretender  que me acepten los demás? Aquel que vive dando de sí mismo, pavoneándose, es  egocentrista.  
Sucede que hay palabras en psicointegración que no son exactamente como las puede  definir el diccionario de la Real Academia donde hablan que el egoísta es aquel  que no quiere compartir lo suyo. Mi visión es otra, mi visión es que aquel que  vive dando de sí y no tiene ojos para nada más, que es un eterno ego caminando,  es el egocentrista. Una vez un joven de España me dijo: “No me dé palabras de  aliento sobredimensionadas, porque no deja de ser también una manera de crearme  falsa expectativa y eso me puede hacer mal” porque le decía, como le digo a  todos, Tú eres importante, pero no le estoy mintiendo, no lo estoy diciendo como  para que la persona esté conforme o porque en ese momento trato de sacar una  frase salvadora, ¡Todos somos importantes para el Creador! El tema es que  asumamos esa importancia, el tema es entender que  podemos. 
Y volviendo al tema de los extremos  del ego, dialogando con el Rav. Michael Laitman, le dije que el ego tenía dos vertientes y en uno de  sus libros el no habla mucho del tema del ego, pero esto no lo conocía, o por lo  menos creo que no lo conocía, por un lado el ego se yergue como la montaña más  alta, el protagonista absoluto, por otro lado se fracciona en decenas de o  centenas de Yoes, y ahí está la no concordancia del ego, es uno protagonista,  pero a su vez son roles y roles… 
Una joven me dijo: “Pero el ego es  necesario” para que nos queramos, le dije: “No. Tú lo confundes con la  autoestima, la autoestima es importantísima, ahí asumes que eres importante y no  es una frase sobredimensionada” Porque el ego tiene una faceta que te hace  narcisista, donde la persona ahí no se cree importante, ya se cree única- como  dije antes el egocentrista- Pero el ego también tiene otra faceta, entre miles,  que es la opuesta la persona tímida, incapaz de jugarse, la persona que no da un  paso sin consultar, la persona que busca la aprobación del otro, la persona que  busca imitar a su mejor amigo o amiga, porque como dirían los terapeutas  convencionales, no tiene personalidad propia, yo lo defino de otra manera,  directamente los roles del ego hacen que no sepa valorarse, que no sepa  apreciarse y por eso imite a otros y los busca como modelos. Cuando el ideal no  existe. 
Tengo un artículo mío de hace muchos  años, donde hablo del yo real y el yo ideal; hay personas muy equilibradas que  logran que el yo real se acerque al yo ideal, traducido al español, que lo que  yo quiero ser es lo que soy, y si se alcanza. 
Hay un analista muy conocido de  Argentina, famoso más que nada por sus libros de cuentos que muchos no son suyos  sino que son extraídos de sabidurías sufíes, pero el habla de que no se puede  alcanzar el yo ideal, disiento, sí se puede alcanzar el yo ideal, podemos ser lo  que queremos ser, en tanto y en cuanto – y acá viene lo importante- nuestro yo  ideal sea coherente, yo quiero ser un príncipe andante que mate dragones, ese ya  no es un yo ideal, es un yo irreal. Un yo ideal es: “quiero ser un buen amigo,  un buen padre, una buena madre, una buena esposa un buen marido, un buen hijo,  un buen hermano, un ser humano de provecho, que la gente me ame y yo ame a la  gente, cuando en realidad sería al revés: Que yo ame para que me amen, porque el  universo es un espejo, entonces podemos lograr el yo ideal, lo podemos  lograr. 
Y terminando esta psicointegración, vuelvo al comienzo, si muchos estudioso,  ya sea de Cábala o de distintas temáticas compiten en lugar de cooperar, porque  en mi humilde comprensión de Cabalah, mi muy humilde  comprensión, Cabalah viene de recibir y recibir – yo  en este momento estoy con las manos hacia arriba, como figurativamente  recibiendo el maná del cielo- digo figurativamente cuando en realidad el gesto  que estoy haciendo con mis manos es recibiendo una energía divina, esa energía  del Creador, pero agragaría para completar de acuerdo  como yo lo entiendo, recibir es incompleto si no doy en consecuencia, si no es  estéril, ¡s estéril! Todo lo que recibo tengo que brindarlo porque la energía  fluye, el Amor fluye, no puedo quedarme con nada, tengo dejar que pase por mi  cuerpo, tengo que dejar que pase por mi espíritu esa energía que me inunde de  Amor, de armonía, de euforia, pero no quedármela, de esa manera, entendiendo que  lo que yo recibo del Creador es lo más grande y lo que yo doy es lo más grande,  voy a sentirme plenamente preparado como ser humano para lograr cosas dentro de  mis limitaciones. Voy a tener mis limitaciones en atletismo, en cibernética, en  lo que en este momento quiera emprender, pero lo importante es que pueda dar el  primer paso.    
Consulta recibida   
Buenas noches profesor. Acabo de oír  la psicointegración sobre egos y contradicciones.  Siento que yo previamente tengo los conceptos claros pero al oír la grabación  siento contradicciones, primero como que afirma algo y más adelante lo  contradice. Me gustaría me aclara si es que yo estoy confundido con algo o si  efectivamente la grabación quedó falla en ese  aspecto.  
En la parte que plantea la diferencia  entre el egoísmo y el egocentrismo, en el minuto 14:15 se afirma que "egoísmo es  querernos" y que es diferente del egoísmo, pero ya luego al final de la  grabación parece que da un vuelco al incluir el concepto de autoestima. También  menciona que según el DRAE el egoísta es el que no comparte (¿acaso no es así?)  y que en psicointegración hay una visión diferente  (como dicen los colombianos: cómo así?) pero no me  quedó clara la explicación o comparación que quiso dar... quedé confundido  directamente con la grabación.  
Para mí tanto el egoísmo como el  egocentrismo son cuestiones negativas, el primero porque no comparte nada con  otro (es tacaño) y el segundo porque, como dice, roza el narcisismo. Yo entiendo  que para tener autoestima no hay que caer en el egocentrismo ni en el  narcisismo, e igualmente para tener privacidad, sentido de propiedad o el libre  albedrío de tomar la decisión de qué compartir y que no, no hay tampoco que caer  en el egoísmo, o no es así??  
Gracias. Un gran saludo.   
Por eso lo aclaro que en Psicointegración tiene otro significado que en el  Diccionario... Es cierto que el común denominador llama egoísta al mezquino...  pero en realidad la palabra exacta sería Egocentrista, que no comparte nada, que  piensa solo en él...Yo, yo y nadie más que yo... ese es el  Egocentrista. 
Randy Gage dice: -Tu supervivencia y la persecución de tu propio bienestar deben ser la base de tu sistema de valores. Y Johnakan Ur-El explica: -No puedes tender una mano a nadie si primero no te pones tú de pie. Esto es, pensar primero en tí no es algo negativo... 
el egoista piensa en él, para luego, cuando esté firme, pueda brindar a otros... a diferencia del egocentrista, que SIEMPRE piensa en él y no hay nada más allá de si mismo.  
Agrego un extracto del libro: You Are God. Get Over  It! Llegar a elegir desde tu corazón lo  que se siente mejor para ti, puede sentirse al principio egoísta. La idea de ser  egoísta es una barrera que tenemos y que hemos usado en la separación de nuestra  divinidad. La  idea del egoísmo es la asociación de la vergüenza y la culpa con el amarse a sí  mismo. Estar controlado por la idea del egoísmo es sacrificar tu propia  alegría. Es el  encontrarse atado a la idea de que es auto-complacencia el ser  alegre. La  paradoja es que no hay servicio más grande que  puedas dar al mundo que ponerte  primero a ti mismo, de manera que puedas experimentar la alegría de tu Ser. Y de  esa manera, luego estar óptimo para brindar al otro. Vivir es alegría, es el establecer tu  divinidad y hacer el mundo entero más alegre. La base para traer  amor al mundo  comienza con amarte a ti mismo. Eligiendo lo que se siente mejor para ti, desde  tu corazón, es simultáneamente la cosa más egoísta y la más generosa que puedes   hacer. Es ver la  ilusión de la polaridad egoísta-generoso como un  mecanismo de control y limitación. Soltarle es ver más allá del juicio de la  auto-complacencia. Ser generoso es egoísta, y ser egoísta  es generoso. Ayudar al todo es ayudarte a ti mismo. Ayudarte a ti mismo es ayudar al todo. Porque no puedes ayudar a nadie si primero no te ayudas a tí mismo! 
Agrego un artículo de Ayn Rand: Dado que el “egoísmo” es, en palabras  de Ayn Rand, “la preocupación por el interés  personal”, todo ataque contra el “egoísmo” es un ataque contra la autoestima del  hombre. Esa es la conclusión principal de The Virtue of Selfishness, que ya se  encuentra disponible en español, con el título de La virtud del egoísmo.   En la introducción, Rand explica que  “el título de este libro puede suscitar el tipo de pregunta que me formulan de  vez en cuando: “¿Por qué utiliza la palabra egoísmo para describir virtudes de  carácter, cuando es incompatible con el concepto que tienen de ella muchas  personas para las cuales no significa las cosas que usted desea expresar?”  A  quienes me lo preguntan les contesto: “por la misma razón por la que usted le  teme”. No se trate de una simple cuestión de semántica ni de una elección  arbitraria. El significado que se da a la palabra egoísmo en el lenguaje popular  no es meramente erróneo: representa una devastadora tergiversación intelectual,  que es responsable, más que cualquier otro factor, de la paralización moral de  la humanidad. La virtud del egoísmo es una colección de ensayos por Ayn Rand y Nathaniel Branden, en la cual se definen los  fundamentos y principios morales del  Objetivismo. 
Con respecto a la importancia de la  ética, y en esta edición de La virtud del egoísmo, Manfred F. Schneider y Rosa Pelz  escribieron que “la ética no es una fantasía mística, un convencionalismo social  o un lujo subjetivo del que puede prescindirse. La ética es una necesidad  objetiva para la supervivencia del ser humano, no por gracia de lo sobrenatural  o por el deseo de sus semejantes. Tampoco obedece a los propios caprichos. Es  consecuencia de la realidad misma y de la naturaleza de la  vida. 
El Amor, el Respeto y el Servicio  empiezan por nosotros...¡Abrazos! Jorge  Olguín. | 
 
